
Colegio Sor Juana Inés de la Cruz de Monterrey, A.C. Jueves 29 de octubre, 2020.
“VIDA DE SANTOS”
Beato CONTARDO FERRINI
(Jurisconsulto 1902)
Se celebra el 17 de octubre
Durante su corta vida, nuestro santo, cristiano seglar, realizó obras grandes.
Sus padres fueron Reinaldo Ferrini y Luisa Buccellati. Nació el 4 de abril de 1859, al año exacto de haberse casado. Eran muy buenos cristianos y practicantes: misa diaria, lectura de la Sagrada Escritura y Vida de los Santos de cada día, rezo del Rosario en familia…
Todo esto lo recibió Contardo como un gran don del cielo. La descripción bien completa de él se la debemos al Papa Pio XI que le profesó una gran veneración, aunque no tuvo la dicha de elevarlo al honor de los altares: “ Era de estatura media, llena de solidez, de armonía, de elegancia de líneas; el paso rápido, pero firme, la pluma siempre presta y llena de sabiduría; la palabra cuidada y persuasiva; en su rostro, un aire de simpatía siempre igual, que jamás le abandonó hasta la misma vigilia de su muerte; pero ante todo, sobre ese rostro brillaba un resplandor de pureza y de amable juventud. Su mirada tenía toda la dulzura de la bondad, excelente corazón; sus ojos, su amplia frente, llevaban consigo el reflejo de una inteligencia verdaderamente soberana.”
Además, llevaba una barba y bigote bien poblado y un pelo corto y fuerte.
El ambiente de Italia no era nada fácil para poder llegar a donde Contardo llegó. El anticlericalismo estaba a la orden del día. Era cierto que se había unificado Italia, pero el Papado había sufrido un duro golpe. No era fácil ser imparcial y a veces, saber dónde estaba la verdad y qué era lo mejor para la Iglesia.
Pronto se dieron cuenta, propios y extraños del portento de aquel niño. Gozaba de unas cualidades intelectuales fuera de serie. Siendo todavía un niño, se presentó ante el prefecto de la Biblioteca Ambrosiana para rogarle que le enseñara hebreo. Al poco tiempo ya lo hablaba y escribía. Siguió el estudio del siríaco y así otras lenguas.
Su tío Buccellati, abad y profesor de derecho penal, fue quizá uno de los que más influyeron para que Contardo se decidiera por la carrera de Derecho. Para ello se trasladó al Colegio Borromeo de la ciudad de Pavía. Allí le esperaban duras pruebas, pero con su esfuerzo y la ayuda de la gracia, de todas salió airoso. Pronto sus compañeros se dieron cuenta de que se trataba de un joven extraordinario.
Ellos blasfemaban, tenían conversaciones deshonestas… Él huía de ellos como de una continua tentación y se entregaba al estudio y a la oración. Su pureza, no se contaminó jamás a pesar de encontrarse en aquel clima enrarecido.
En el verano de 1881 hizo voto de castidad que guardó incólume durante toda su vida. No era su vocación la de religioso, sino la de un laico cristiano.
A pesar de su temperamento introvertido, desempeñó una gran labor entre los jóvenes universitarios durante los largos años de docencia. Los alumnos le veneraban y admiraban.
Era un sabio y un santo en una pieza y a la larga esto es lo que influye y convence.
Publicó profundos estudios sobre diversos temas, siendo muy apreciado por los expertos. Aún ahora le siguen muchos y aceptan las investigaciones que él realizó. El Papa Pio XI admiró su gran capacidad de trabajo como algo que pasa de lo normal.
Amaba tiernamente a la Eucaristía y a la Virgen María. No se perdía nunca la Misa diaria.
Vivía con gran desprendimiento a la riqueza por lo que era pobre y con enorme caridad hacia los que requerían de lo que él tenía y compartía.
El 17 de octubre de 1902, a los 43 años, partía hacia la eternidad.

Con cariño,
Madre María Teresa Silva Sandoval
Directora General
Misionera Cordimariana.