“SAN FELIPE NERI, presbítero”

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COLEGIO SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ DE MONTERREY, A.C.

Jueves 26 de mayo, 2022.

VIDA DE SANTOS

“SAN FELIPE NERI,  presbítero”.

(Se celebra el 26 de mayo)

     San Felipe Neri nació en Florencia en 1515. Es uno de los santos más deliciosos del calendario. “El más italiano de los santos”. Sencillo, ingenioso, alegre, extático, imprevisible, músico, poeta, extravagante y humorista.

     El hermano Zaboni riñó un día a Felipe porque reía a carcajadas leyendo Las bromas del cura Arlotto: – Los sacerdotes no deben reír ruidosamente. – El Señor es bueno, contestó Felipe. ¿Cómo no va a alegrarse de que sus hijos nos riamos? La tristeza nos hace doblar el cuello y no nos permite mirar el cielo. Debemos combatir la tristeza, no la alegría.

     Le llamaban desde niño Felipe el bueno, por su piedad, dulzura y amabilidad. Un tío suyo quiso hacerlo comerciante, pero todo lo regalaba, no valía para eso. “Yo se lo hubiera dejado todo, si no fuera por esa manía de rezar”.

     En medio del paganismo que imperaba en el ambiente renacentista romano, Felipe entrega todos sus haberes a los pobres, mientras él ayuna a pan y agua. Pasa los días en obras de caridad, y las noches en las catacumbas de San Sebastián, entregado a la oración y a la penitencia.

     Alcanza altísima oración. Sus éxtasis duran horas y a veces se le oye clamar: ¡Basta, Señor, basta! ¡Detén el torrente de tu amor! Ante esta vida angelical poco podían hacer los asaltos del mal.

     Un par de mujerzuelas acechan un día contra su castidad. Las pupilas de fuego del Santo las hacen huir asustadas.

     Con todo, le gustaba rezar así: Señor, no te fíes de mí. Señor, ten de tu mano a Felipe, que, si no, un día, como Judas, te traicionará. (Cuenta el Padre Nieto, santo director espiritual, que cuando se enteraba Felipe de la secularización de algún sacerdote, lloraba y decía: ¡No conocen a Dios, no conocen a Dios! ¿Cómo es posible que lo cambien por una mujer?).

     Felipe funda una cofradía para atender a pobres y peregrinos. Visita cárceles y hospitales. Busca sobre todo a los niños y a los jóvenes. En 1551 se ordena sacerdote por obediencia. Desea ir a las Indias, como San Javier. El Padre Ghattino le dice de parte de Dios: Roma será tus Indias.

     Y por toda Roma derrama sus caridades, sus favores, su alegría contagiosa, la certeza de que hay más alegría en la virtud que en el pecado. Es proverbial su don de lágrimas, y de hacer milagros. Se le atribuye haber resucitado al príncipe Paulo Máximo, para que confesara un pecado.

     En el tribunal de la penitencia conseguía conversiones maravillosas. Cuando celebraba Misa con el pueblo tenía que leer alguna historieta de humor, para que le distrajese un poco, y no caer en  éxtasis de varias horas.

     Si la celebraba solo, el monaguillo se iba y volvía dos horas después. Un éxtasis le produjo la dilatación del corazón y la deformación de dos costillas. Una se conserva en el Oratorio de Nápoles.

     Todos los Papas y Príncipes acudían a él. También la Inquisición quiso prenderle por las procesiones que hacía a las siete iglesias romanas. Pero todo se aclaró. Fue amigo de San Carlos, San Ignacio, San Camilo y San Félix de Cantalicio. Su obra definitiva fue la fundación del Oratorio, para instruir y entretener a niños y jóvenes. Sed buenos… si podéis sean comprensivos.

     Con tal de no ofender a Dios, podéis cortar leña sobre mis espaldas.

     Desde el Oratorio extendía el bien a todas partes.

     El Oratorio influyó mucho a través del Cardenal Baronio y otros muchos. Murió Felipe en 1595. Era la noche del Corpus Christi y se fue a acabar la fiesta al cielo. Sus restos descansan en la Chiesa Nuova de Roma. Fue canonizado por Gregorio XV el 1622 junto con cuatro santos españoles.

     A este Santo le fue otorgado el don de la curación, de profecía y de poder leer los pensamientos de los demás. Se le caracterizó siempre por afirmar que la felicidad solo se encuentra cuando se tiene a Dios en el alma y el corazón, todo esto y una alegría desbordante se le vio reflejado en su vida.

San Felipe Neri, santo de la alegría,

otórganos de Dios lo que te imploramos, no

dejes que nuestras dificultades se queden

sin solución. Santo amado, líbranos de

nuestras tristezas y miserias espirituales,

que siempre tengamos trabajo, beneficios

en los negocios, y lo necesario para nuestro

bienestar, haz que nuestros corazones se

inflamen con el fuego del amor filial y

que la unión, la armonía y la felicidad

se acomoden para siempre en nuestro hogar.

Amén.

Madre María Teresa Silva Sandoval

Directora General

Misionera Cordimariana.

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