
Colegio Sor Juana Inés de la Cruz de Monterrey, A.C.
Miércoles 9 de octubre 2019
“VIDA DE SANTOS”
SAN TARSICIO, MÁRTIR. –
Su fiesta se celebra el 13 de agosto
San Tarsicio es el Patrono de los monaguillos y de los niños de Adoración Nocturna. Se le conoce como el Mártir de la Eucaristía.
Valeriano era un emperador Romano duro y sanguinario.
Se había convencido de que los cristianos eran los enemigos del Imperio y había que acabar con ellos. Los cristianos para poder celebrar sus cultos, se veían obligados a esconderse en las catacumbas o cementerios romanos. Era frecuente la trágica escena de que mientras estaban celebrando los cultos, llegaban los soldados, los cogían de improviso y allí mismo, sin más juicios, los decapitaban o les infligían otros martirios. Todos confesaban la fe en nuestro Señor Jesucristo.
El pequeño Tarsicio había presenciado la ejecución del mismo Papa mientras celebraba la Eucaristía en una de estas catacumbas. La imagen se le quedó grabada fuertemente en su alma de niño y decidió seguir la suerte de los mayores cuando le tocase la hora, que ojalá, decía él, “ahora mismo “.
Un día estando celebrando la Eucaristía en las Catacumbas de san Calixto. El Papa Sixto se acuerda de los que están encarcelados que no tienen sacerdote y que por lo mismo no pueden fortalecer su espíritu para la lucha que se avecina, si no reciben el Cuerpo del Señor. Pero, ¿quién será esa alma generosa que se ofrezca para llevarles el Cuerpo del Señor? Fueron muchas las manos que se alargaron de ancianos venerables, jóvenes fornidos y también manecitas de niños angelicales. Todos están dispuestos a morir por Jesucristo y por sus hermanos.
Uno de estos niños es Tarcisio que exclama lleno de emoción:
– Nadie sospechará de mis pocos años.
Ante tan intrépida Fe, el Papa Sixto toma las Sagradas formas y en un relicario, las coloca con gran devoción a la vez que las entrega al pequeño Tarsicio de apenas once años, con esta recomendación: ”Cuídalas bien hijo mío”.
- ”Descuide Padre, que antes pasarán por mi cadáver que nadie ose tocarlas”.
Sale fervoroso y presto de las catacumbas y poco después se encuentra con unos niños de su edad que estaban jugando – ”Hola Tarsicio, juega con nosotros. Necesitamos un compañero”.
-No, no puedo. Otra vez será. dijo mientras apretaba sus manos con fervor sobre su pecho.
Y uno de aquellos mozalbetes exclama. “A ver, a ver”.
¿Qué llevas ahí escondido?
Debe ser eso que los cristianos llaman “LOS MISTERIOS” e intentan verlo.
- Lo derriban a tierra, poniendo en su pecho los mozalbetes sus piernas con el fin de hacer fuerza de palanca para abrirle sus bracitos y arrebatarle las Sagradas Formas, le tiran pedradas y Tarsicio no solo opuso resistencia, sino que Dios hizo el milagro de que quedasen sus brazos herméticamente cerrados de forma que no pudieron abrírselos jamás (ni siquiera después de muerto), siguen dándole pedradas y va derramando su sangre. Todo inútil. Ellos no se salen con la suya. Por nada del mundo permite que le roben aquellos Misterios a los que él ama más que a sí mismo…
Momentos después pasa un soldado que está en el catecumenado y que conocía a Tarsicio. Los niños huyen corriendo mientras Tarsicio es llevado a hombros en agonía hasta las Catacumbas de San Calixto en la Vía Appia. Al llegar, ya Tarsicio había muerto. Desde entonces, el frío mármol guarda aquellas sagradas reliquias sobre las que escribió San Dámaso, Tarsicio su tierna vida prefirió entregar, antes que “La Sagrada Eucaristía fuera profanada”.
Se le conoce a San Tarsicio como el “Mártir de la Eucaristía”.

Oración a San Tarsicio
San Tarsicio, Mártir de la
Eucaristía, pídele a Dios que todos
y en todas partes, demostremos un
inmenso amor y un infinito
respeto al Santísimo Sacramento,
en donde se encuentra Jesús con su
cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad.
Con Cariño:
Madre María Teresa Silva Sandoval MCM
Directora General.