SANTA JUANA DE ARCO

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Colegio Sor Juana Inés de la Cruz  de Monterrey, A.C.

Miércoles 22 de enero 2020

“VIDA DE SANTOS”

“SANTA JUANA DE ARCO”

LA HEROÍNA MÁRTIR QUE SALVÓ A FRANCIA

   Juana de Arco nació en 1412 en Domrémy (actual Francia). Nunca aprendió a leer y escribir, pero recibía con frecuencia los sacramentos, atendía a los enfermos y era bondadosa con los peregrinos. En el pueblo todos la querían.

   Por ese entonces Inglaterra invadió Francia. Las ciudades cayeron una tras otra y Carlos VII, o  el “Delfín” francés, consideraba que todo estaba perdido.

   Juana a sus catorce años empieza a tener experiencias místicas y se le aparecen San Miguel Arcángel, Santa Catalina, y Santa Margarita. Se le encomendó salvar a Francia y fue enviada a hablar con Carlos VII.

   Después de una serie de obstáculos, logró tener audiencia. El “Delfín” se disfrazó para desconcertar a Juana, pero ella lo ubicó rápidamente. Más adelante Juana partió con una expedición para salvar la ciudad de Orleáns portando un estandarte con los nombres de Jesús y de María y una imagen del Padre Eterno.

   Después de arduos enfrentamientos, la ciudad fue recuperada y posteriormente se realizó la coronación del Rey Carlos VII. Así Juana terminó lo que se le había confiado y su carrera de triunfos militares.

   Ella siguió luchando, pero tuvo problemas con la realeza y fue apresada y la encerraron en la cárcel.

   “Yo no he hecho nada que no me haya sido ordenado por Dios o por sus ángeles”, dijo Juana de Arco, joven analfabeta que llegó a ser patrona de Francia con el poder de la oración y el amor a la Iglesia, aun cuando fue condenada a muerte.

   Ella sufrió mucho, ya que los hombres la acosaban y la humillaban en la cárcel.

   Para impedir que atentaran contra su pureza, Juana vestía ropa militar. Incluso, dice la tradición, denunció que un noble Inglés quiso violarla.

   Fue acusada de brujería y se enteró de que moriría en la hoguera, ella comentó: lamento que “mi cuerpo limpio y entero, que jamás fue corrompido, sea hoy consumido y convertido en cenizas”.

   Después de un juicio donde no tuvo defensa, se determinó que sus revelaciones habían sido diabólicas. La Universidad de París la acusó en términos violentos.

   Juana de Arco es entregada al ámbito secular como hereje, renegada y llevada  a la plaza del mercado de Rouan, donde fue quemada viva, mientras gritaba el nombre de Jesús y miraba a una cruz. Partió a la Casa del Padre el 30 de mayo de 1431 y con solo 19 años de edad.

   El Papa Calixto III nombró una comisión para examinar el caso de Juana de Arco plenamente. Y en 1920 fue canonizada por Benedicto XV.

   Santa Juana fue una figura extraordinaria, su espada jamás se tiñó de sangre, nunca mató a nadie y durante las batallas se mantuvo orando sostenida de su estandarte.

   Siempre se sintió orgullosa de su virginidad.

   Su firmeza en la Fe y la Iglesia hizo que la Universidad de París, que se arrogaba derechos de control sobre los asuntos pontificios y cuyos miembros apoyaron al último antipapa Félix V, se viera desacreditada por su por su participación en el proceso contra la Santa.

   Asimismo, la separación de los reinos de Francia e Inglaterra preservó a Francia del cisma de Enrique VIII, junto con su iglesia anglicana, que se produjo tiempo después.

 

“Gracias, Padre Santo por concedernos

la fe en tí, bendícenos para ser

apóstoles fieles y activos de nuestra

Iglesia Católica”.

Bendiciones

MCM Madre María Teresa Silva Sandoval

Directora General.

 

 

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