SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

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COLEGIO SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ DE MONTERREY, A.C.

Viernes 17 de marzo, 2023.

VIDA DE SANTOS

SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA

SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

(Se celebra el 19 de marzo)

   Descendiente de David, José era el padre putativo de Jesús, a cuyo nacimiento asistió en Belén. Vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de carpintero y, al parecer, murió antes de que comenzara la vida pública de Jesús.

     En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.

     Dentro del cristianismo, San José encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo,  la fe inquebrantable en Dios y el cuidado que tenía de Jesús y María.

     Los hechos relativos a la vida de San José aparecen en los Evangelios, sobre todo en los de San Mateo y San Lucas. Descendiente de la casa del rey David, José se casó con María, pero antes de que cohabitasen, supo que María había concebido un hijo.

     San José, «como era realmente bueno y no quería denunciarla, determinó repudiarla en secreto» (Mateo 1:19). Sin embargo, un ángel se le apareció en sueños y le reveló que el hijo que María tenía en su seno había sido concebido por obra del Espíritu Santo.

     La vida de San José fue una vida de oración y silencio, permaneciendo de este modo en diálogo con Dios; trabajador y honesto para mantener a su familia; padre y esposo, lleno de amor y compasión; obediente y de una profunda fe, dejándose llevar en manos de Dios; hombre justo y casto, fiel a la voluntad Divina.

NO ES TAN IMPORTANTE HACER “GRANDES COSAS” SINO HACER

BIEN LA TAREA QUE DEBEMOS HACER.

     Por lo tanto, la fe y el amor con que cada cual va tejiendo su vida en el día a día es importante. Vivir con docilidad la voluntad del Padre, es vivir con un corazón agradecido por todo lo que recibimos, ser conscientes de la misión que se nos encomienda y ser fieles al llamado de Dios. (sus mandamientos).

     La vida de San José nos enseña a ser de corazón grande desde la pequeñez, como María.

     La Caridad nos invita a confiar en el creador, aunque aparentemente las cosas vayan en contra.

     La Fe induce a ponernos en camino apoyados en el cayado de la esperanza.

“San José, protector y Padre amantísimo

de mi corazón, a ti te elijo como mi guardián

en vida y en muerte; a ti y a Cristo Jesús les

pedimos nos protejan de todo mal, a cada una

de nuestras familias, que podamos experimentar

que sentimos su presencia y que sepamos que siempre

están con cada uno de nosotros.

Danos calma al alma y condúcenos hacia

la Virgen María Madre Nuestra,

para que seamos dignos de llamarnos hijos.

Amén”.

Madre María Teresa Silva Sandoval

Directora General

Misionera Cordimariana.